lunes, 16 de noviembre de 2015

VISITA A ROMA CON LOS CABALLEROS DE LA CAPA DE VALENCIA Y … (II)

Por fin nos encontramos con otros amigos de Cantabria que se habían desplazado a Roma en bus, a veces el miedo a algunas cosas (volar) propicia que haya que buscar otros medios de transporte, aunque sean mucho mas cansados…

Teníamos programadas otras visitas, Museos Vaticanos, Capilla Sixtina y El Vaticano.

Recuerdo que en la anterior visita, hace años, visité los Tesoros del Vaticano… (creo que se llamaba así), en esta ocasión no tocaba.

Recuerdo también que pude hacer fotos en la Capilla Sixtina, esta vez no, una empresa japonesa ha sufragado los gastos de restauración y se ha hecho acreedora de los derechos de explotación de sus frescos… así que si quieres una foto de la Capilla Sixtina y sus dibujos… a pasar por caja.




Sari con Sebastián y Amelia


Y ahora yo.

Miliuco y Beli, Miliuco haciendo el gamberro y sacando la lengua...
Interior de los Museos Vaticanos



Diréis que ¿porque no comento…? es que… creo que merece mas la pena ver las fotos (aunque estén con marca de agua) que lo que yo pueda poneros…

A mi amigo Genin le gustan mas las fotos que el texto… ¿a que si?


Lacoonte
La Piedad, de Miguel Angel

Una civilización que me fascina, la egipcia.

¿Las mujeres? mirando escaparates, supongo
 (pero una de ellas nos sacó la foto…)



El grupo, menos yo, con la columna Trajana al fondo.

Este día nos dimos una buena paliza… de andar.

Siempre que preparo algún viaje me marco alguna cosa para visitar sin falta, en ocasiones puedo cumplir mi propósito y en otras no, en esta ocasión fué: SI.

Me impresionó, en mi anterior visita, la escultura de Miguel Angel que representa a Moisés…, así como La Piedad me defraudó un poco por lo pequeñita que es el Moises me sorprendió tanto por su tamaño como por algunos de sus detalles…

Esta vez la vista estaba un poco condicionada… no se puede acercar uno tanto como hace años (recuerdo que incluso La Piedad no tenía vidrio anti-balas… y te podías acercar hasta tocarla casi), pero de El Moises me impresionó la belleza de sus venas en sus manos y brazos… y aún hoy en día me sigue poniendo la piel de gallina. He sacado varias fotos..

Entiendo que el mantenimiento de tantísimas iglesias y obras de arte tienen un elevado coste, por eso, aunque me jodió, entendí que la escultura estuviese sin iluminación y tuviese que echar dinero para que se iluminase y poder hacer las fotos que quería, no me importó, eso si, me puse el primero, los que estaban a mi lado y aprovecharon para hacer fotos… mejor para ellos, pero por un puñetero euro no iba a dejar que cumplir uno de mis objetivos, sacar a Moises como quería.

Es una escultura que me fascina por el trabajo y la perfección…, en este tipo de obras no hay vuelta atrás… en un cuadro puedes borrar y volver a pintar, pero aquí… como pegues un martillazo de mas… te lo has cargado.



Una amiga y compañera de trabajo nos había encargado a Sebastián y a mí poner una vela en El Vaticano por su peque, Luca, pues bien, aunque parezca extraño no hay ni una sola vela en El Vaticano, no ya de las de cera de toda la vida, sino ni siquiera de las eléctricas… así que tuvo que ser en la iglesia de San Pedro Ad-Víncula (donde se encuentra El Moisés) donde pusimos la vela para que ilumine a Luca en su camino…, igual algún día va a ver a Moisés y siente algo al recordar que siendo un bebé unos amigos pusieron una vela en su nombre allí, o no … ¿quien sabe?.



En internet he encontrado la leyenda de las cadenas de San Pedro que se encuentran en un relicario detrás de la vela que pusimos a Luca…

"La basílica fue construida en la mitad del siglo V para albergar la reliquia de las cadenas con las que ataron a San Pedro durante su encarcelamiento en Jerusalén."

"Según cuenta la leyenda, la emperatriz Eudoxia (esposa del emperador Valentiniano III) ofreció las cadenas como regalo al papa León I el Magno. Cuando éste las comparó a las cadenas del primer encarcelamiento de san Pedro en la cárcel Mamertina en Roma, las dos cadenas se unieron milagrosamente. Las cadenas se guardan en un relicario bajo el altar principal de la basílica."

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