Siempre que tengo oportunidad salgo con mi capa a la calle para que la dé el aire, aunque aquí, en Cantabria, el aire suele venir acompañado de agua..., máxime en este año que llevamos ni se sabe cuantos días de lluvia.
No obstante, desde que tengo la capa, aprovecho para acudir con ella a cuantos acontecimientos y situaciones se me presentan y en las cuales además de ir ataviado de una forma elegante (o al menos a mi me lo parece), puedo despertar el interés de los presentes por este tipo de prenda.
Últimamente he aprovechado para asistir con ella a alguna boda, y como digo la gente se queda mirando como algo extraño, algo que me tiene sin cuidado, pero a la vez quedandose con las ganas de preguntar..., se les nota en la mirada.
Gracias a un fotógrafo, amigo desde entonces, con el que tuve ocasión de hablar e intercambiar pareceres tanto de fotografía como de la Capa Española, Alberto Arco de Camargo, tengo algunas buenas fotos con esta prenda, ahí os muestro una de ellas.
eres mas chulo que un ocho...
ResponderEliminarFantástica la capa. Una prenda así hay que lucirla siempre que se pueda. Enhorabuena por el blog.
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